Explorar música nueva siempre es un placer. Me genera grandes
expectativas leer un cartel con bandas que jamás he oído. La cereza:
descubrir que también hay alguien ahí que pensé nunca verlo en vivo.
Una de las delicias del Festival Nrmal es que te permite
estar en contacto con músicos que, a mi entender, están en su mejor momento
creativo, es decir, a unos cuantos metros de brincar al vacío de la fama.
“Difundimos músicos emergentes de carácter internacional;
talento nuevo que el público se encarga de descubrir”, acota Pablo Martínez,
fundador del festival.
Nrmal nació en Monterrey en 2009, tras una larga sequía de
expresiones culturales provocada por la resaca que dejó en la música la llamada
escena regia. Pablo afirma que su creación se debió ‘al vacío cultural y la
baja oferta’ en la ciudad.
Este esfuerzo de jóvenes se ha curtido enfrentando otros
problemas: la violencia por el narcotráfico - que mandó a la lona la vida
nocturna de Monterrey -y administraciones de gobierno que no fomentan la
cultura.

Esta edición de 2015 se lleva a cabo completamente en la capital, y los muchachos de Nrmal crearon
#NODO, una serie de eventos para darle estructura y canal a los protagonistas
del festival: músicos, promotores, organizadores, medios y público.
Una semana previa al festival, en las ‘catacumbas’ de la Estela
de Luz, han bajado a desfilar personalidades de la industria musical
discutiendo en torno a su futuro y el papel que deben asumir sus nuevos actores.
¿Por qué ir al Nrmal? Porque siempre tienen un cartel dinámico que respeta su esencia; porque conoces a los artistas antes de que se
pierdan en el firmamento y porque simplemente la música que descubres ahí está
chingona. Para muestra unos botones: