La reconocida activista social nos explica cómo enfrentar la caída libre que sufre nuestro país
Cuando la periodista Lydia Cacho se refiere
a los defensores de los derechos humanos dice que parecen bomberos que van
apagando un fuego por aquí y otro por allá. Sin lugar a dudas, la violencia de los últimos años nos tomó a todos desprevenidos y desarmados. En este sentido, ¿cómo podrían anticiparse todos los
incendios que ocurren en el país?
“Parece que ya hay suficiente diagnóstico
para entender en dónde se van a dar ‘los incendios’, pero mientras no
trabajemos colectivamente el trauma por la violencia - directa e indirecta
-resultará muy difícil poder comenzar a concretar soluciones a largo plazo.
“Debemos de pensar en cuáles son los
procedimientos colectivos que podemos llevar a cabo, no solamente para detener
lo que está sucediendo en sí: trabajar desde la provención y no desde la prevención”,
apunta la investigadora experta en delincuencia organizada.
La provención no busca anticipar el
conflicto, sino saber cómo encararlo. Bajo este concepto, el trabajo de investigación periodística
juega un papel importante para que la sociedad sepa a qué se está enfrentando.
“Ya la denuncia está. Ya está la rebelión.
Lo que sigue ahora es empezar a documentar ampliamente no solamente cuáles son
los actos de corrupción concretos de quienes tienen el poder en sus manos, sino
además, la manera en que se han hecho del dinero sucio. Es muy importante
seguir insistiendo en transparentar en el tema del lavado de dinero porque la
corrupción es lo que sigue manejando a este país”.
Recientemente los reportajes de prensa que han revelado conflictos de interés entre el gobierno federal y sus contratistas
han ido desmoronando la credibilidad de un poder que recae en las manos de un
individuo que para muchos representa el rostro de la corrupción en México.
¿Es una solución ingenua quitar del poder
a Peña?
“En términos filosóficos, lograr que
abdicara Peña Nieto tendría una carga política importantísima, es decir, idealmente
un presidente que ha llevado a un desastre a este país debería renunciar porque
es claramente incapaz. Ahora, realistamente, sabemos que no va a suceder, y si
sucediera, quien lo supliera sería el secretario de gobernación, quien es probablemente
peor que Peña Nieto.
“Yo creo que hace falta realizar juicios
cívicos para todos los políticos que están llevando al país a lo que se ha
llamado ‘el despeñadero’, pero… no creo que se pueda (quitar a EPN).
Somos un país donde el autoritarismo mantiene muy sólidamente las estructuras
del sistema. En la práctica no hay los elementos suficientes para lograr que el
presidente saliera de su cargo por irresponsabilidad u omisión”.
Lydia Cacho fue invitada por los
organizadores del Simposio Internacional de Teoría sobre Arte Contemporáneo a
brindar una conferencia sobre justicia. Agradeció la oportunidad y aprovechó para
hablar sobre un concepto del cual en el circuito cultural se está poco
familiarizado.
Explícanos, ¿qué es la justicia
restaurativa?
“La justicia restaurativa parte de la
noción de todos estos procesos de perdón y justicia pero también tiene
muchísimo que ver con la provención. Es un modelo que se está utilizando en diferentes países que han pasado por
crisis de guerra.
“En este planteamiento se busca sentar a
todos los participantes de un conflicto y escucharlos a todos por igual para
llegar a ciertos acuerdos en donde se reconozca el abuso de poder. Tiene que
ver con una sanación de las víctimas pero también con un proceso de justicia basado
en la capacidad de respuesta del Estado y de la propia persona que cometió el
acto del delito para restaurar o reivindicar el derecho de la persona afectada”.
Sus palabras suenan con la seguridad de quien ha sobrevivido al infierno en el cual su vocación la ha obligado
a sumergirse.
***
Hace catorce años la escritora fundó un centro de atención a víctimas de la inseguridad, así como un refugio para mujeres maltratadas. En esta vorágine de violencia que vive México, ¿cómo se debe
entender la equidad de género?
“A mí me parece que sigue siendo un tema
fundamental. Cuando hablamos de género, hablamos de hombres, de mujeres, de las
relaciones de poder y de las relaciones sociales y afectivas. Sin igualdad,
la democracia es sólo una fantasía. Necesitamos regresar a revisar dónde
están las esferas del poder en este país y cómo están ejerciéndolo. Ya hay suficiente diagnóstico sobre la
desigualdad, ahora hay que comenzar a construir un diagnóstico sobre cómo
funciona y funcionaría la igualdad”, contesta la Embajadora de Buena Voluntad de las Naciones Unidas.
Ante los gestores culturales y artistas,
Lydia Cacho relató su lucha para combatir la trata y explotación sexual de
la mujer y recordó el consejo que algún día le diera su madre: “Si estás
enojada, calla; y si logras entender por qué estás enojada, escríbelo y carga
con el peso de tus palabras”. Le digo que esa frase es muy fuerte. Ella asiente
y termina: “mi madre era una fregona”.